Por Rufino Hernández
ODA A LA JUDÍA III
Suben raudas de la mata
por sus tutores al cielo,
explayan sus flores blancas
y las rojas, de arrogancia,
iluminarán los cielos.
Después viene el agua clara
que los rollos tornasolan
zigzagueando los surcos
convirtiendo flor en fruto
y el trabajo en esperanza.
Y seguirá la zozobra
del campesino y su azada,
del canto de los jilgueros
y los murmullos del río
con su mañanitas claras.
Llegará el escalofrío
donde el viento se hace mimo
en las tardes otoñales,
que dorará la manzana
amarilleando las hojas
y la judía, seca y blanca.
Convertidas en manjares,
y en
manos del Perdigón,
han llegado hasta el Tangente
predicándonos la unión,
la igualdad entre los hombres,
derribando las barreras
las que entre nosotros crecen,
venciendo así al enemigo
a los dueños del dinero,
allanando los caminos
en busca del mundo nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario