por Rufino Hernández
Han dado el pistoletazo de salida. Como
perros callejeros se enfrentan entre sí, simulan morderse, se olisquean, hacen
quiebros circenses, corretean, saltan el
uno frente a las fauces del otro, se aúllan…,ambos ofrecen al viandante su
mejor postura, al tiempo que solicitan la caricia desinteresada del caminante,
al que creen haber ganado su amistad y confianza.
Esto es lo que nos espera durante toda la
precampaña y campaña electoral que comienza. El ciudadano tendrá que aguantar
los lametazos de estos principales representantes del mismo sistema: el uno,
con más aristas, el otro, con los bordes más redondeados, pero, en definitiva,
ambos están a las órdenes de los mismos amos, en Burgos conoceremos sus caras y
su hábitat.
Tanto Dani, el de la rosa marchita, como
Javi, el de la altiva gaviota, son la expresión burgalesa del bipartidismo, de
lo que se viene conociendo como régimen del 78.
A estos partidos les ha salido competencia,
todos ellos ansiosos de comer del mismo panel, todos dispuestos a repartirse
los manjares de la colmena, condenando a las obreras y obreros a seguir
fabricándoles la miel, sin tener ni el derecho
a rebañar las sobras. Ahí nos encontramos a CIUDADANOS, UPYD, VOX, y el embrión
personal de Roberto Alonso, todos ellos dispuestos a que cambien los comensales, pero
manteniendo los mismos servidores de la mesa.
Esta es la democracia que entiende y
practica el actual sistema. Los partidos políticos se han convertido en
empresas dedicadas a repartirse los sillones de la mesa de de las exquisiteces,
entre ellos y sus amiguetes. Se han convertido en etnias separadas de la gente
que, para permanecer en el poder, cada cuatro años elaboran un programa,
retornan al pueblo, y desde altos pupitres, les dicen: “Este es vuestro
programa, esto es lo que necesitáis durante los próximos cuatro años, votarnos,
nosotros os proporcionaremos trabajo, pues tenéis que elaborar nuestros
manjares, a cambio, no os faltará pan y diversión, y, de esta manera, nosotros
seguiremos sentados en la mesa de los elegidos”.
Estos señores que dominan el sistema, y que
se muestran a través de estos partidos políticos, tienen su propia visión de
futuro: para perpetuarse en el poder, han creado sus ejércitos, se han aliado
con los dueños del capital, con los dueños de los medios de comunicación y, cómo no, con los dueños de los púlpitos.
Ante esta vieja política, hay viejas
generaciones que se niegan a ser vencidas, hay nuevas generaciones que de nuevo
llenan las calles y las plazas, que se desgañitan, se enronquecen con los
gritos de: “Parece democracia y no lo es” y, “que no nos representan, que no”
En Burgos, como en otras importantes ciudades
y pueblos de España, se está desarrollando un valiosísimo laboratorio político,
se están derrochando enormes cantidades de generosidad, se han destaponado infinidad de oídos, y se está escuchando el
clamor, las voces, las demandas del pueblo que exige unidad popular.
Hace pocos años atrás, hubiera sido
inconcebible ver declinar de sus atribuciones, haberes y programas, a
diferentes organizaciones políticas en pos de esa unidad popular, de los cambios
y justicia social que la sociedad necesita y reclama.
Se van superando las desconfianzas, las limitaciones
y miserias humanas que afloran en cualquier grupo. Aparecen las sonrisas, los
sueños, las ilusiones y satisfacciones del trabajo bien hecho. Se está
concretando, está tomando forma la nueva política, una nueva política que ve a
las instituciones, nunca como meta de llegada, si no como punto de partida,
esperando que llegue el día que, el pueblo, la gente, se autogobierne.
Hoy nadie sabe cual será el resultado que
IMAGINA BURGOS tendrá en las próximas elecciones municipales, lo que si sabemos,
es que se ha abierto el camino de la unidad popular que, sin duda, nos seguirá
exigiendo generosidad, trabajo y solidaridad. Son las armas que tenemos que
seguir utilizando para que Burgos, la sociedad, el mundo, lleguen a ser más
justo, más humano.
Recuerdo una viñeta de El Roto en la que se veía una mujer de rodillas, con rostro angustiado, y a su lado, de pie, una joven advirtiéndola: ¡Mamá, que no eres bajita, que estás de rodillas!
ResponderEliminarEs hora de despertar, es hora de levantarse y decir ¡BASTA!
Salud!