jueves, octubre 11, 2018

Perdigón 88: Bombas inteligentes




“MI NOMBRE ME HA MARCADO PERO LO HE LLEVADO CON ORGULLO Y DIGNIDAD” por Marcos Erro García

Se llama Libertad. Y claro, llamarse así en un país que estuvo 40 años cerrado a cal y canto no es cualquier cosa. Todavía, cuando la citan en el médico, sabe si la persona que la nombra es de su “cuerda” por el gesto de la cara cuando levanta la mirada del papel. “A mí me llamaron Libertad porque nací en el 33, en la República, y mi padre era republicano”.
Su padre era José Porcar, nacido en la Torre d’En Besora, un pequeño pueblo incrustado entre dos sierras del interior de Castellón. José era hermano de Benito y ambos eran miembros de una familia que se ganaba la vida con lo poco que tenía a su alcance. “Mi padre y mi tío se entregaron cuando acabó la guerra porque los franquistas dijeron que no iban a hacer nada a quién no tuviera las manos manchadas de sangre”. Su inocencia les salió cara. José sufrió cinco años de cárcel, entre los que tuvo que desembarazarse de una pena de muerte. Benito no tuvo tanta suerte. Tras pasar por varias prisiones, acabó como mano de obra esclava en la construcción del Valle de los Caídos. Su familia no volvió a verle. Las autoridades justificaron su asesinato con un “ataque al corazón”, pero Libertad sabe que “les dejaban preparar las fugas, para, cuando estaban huyendo, dispararles”.

José y Benito tenían otro hermano, Miguel, que no confió en las envenenadas buenas intenciones de los vencedores y se echó al monte. Nunca más se supo. Los rumores y las leyendas sobre lo que pudo ocurrirle llegan hasta el día de hoy. Rosita era hija de Miguel, una mujer frágil que tuvo que enfrentarse a la soberbia de la España nacional-católica. Libertad sintió el dolor y la necesidad de su prima Rosita y, con el olfato de las de abajo, le dijo que se fuera a vivir con ella a Vila-real. Quién no querría vivir con Libertad. Juntas resistieron a los afilados desprecios que volvían a abrir una herida que sigue sin cerrarse. “Nosotras éramos las del silencio. Siempre calladas. Siempre calladas”. Tuvieron que soportar que las retrataran como la anti-España, cuando la dignidad de mujeres como ellas era lo más valioso que quedaba en aquel país negro y ensangrentado.
Pasado el tiempo, Libertad fundó una familia que te abraza como ninguna y, acabada la dictadura, creó sin darse cuenta una república sin banderas en un maset junto a un río. Porque ella no ha leído los manuales de política. El libro es ella. Si sabes leerla, cada día te regala un capítulo. Me enseñó hace más de veinte años que la generosidad y la vida tienen las puertas abiertas. Como sabe lo que es el hambre, siempre quiere que comas más y te dibuja la felicidad en un plato de arroz. Si no has estado en su casa, no has probado la mejor paella del sistema solar.
Hacía casi veinte años que no la veía. Las veces que hemos hablado por teléfono en este tiempo siempre me preguntaba si me acordaba de aquellas
historias que me contaba mientras la escuchaba con los ojos como aros de baloncesto. Veinte años después ha vuelto a contarme todo, como siempre, como entonces, cogiéndome las manos, con la voz rota y sus ojos azules llenos de lágrimas.
Gracias, Libertad.

____MENDEZILLOS____

Encuentran en la tumba de Franco el Trabajo de Fin de Máster de Pablo Casado
En el interior de la lápida también se hallaron las armas de destrucción masiva de Irak, el bigote de Aznar y las facturas con las que pagaron la reforma de la sede de la calle Génova

La última versión del currículum de Albert Rivera recoge estudios avanzados en quitar lazos
Tras ser el limpia-botas de la patronal y el lame-alfombras de la banca, ha ido descendiendo sus expectativas. Para caer más bajo, podría incorporarse a la redacción de El Perdigón

La Fundación Francisco Franco denuncia al PP y a Ciudadanos por competencia desleal
El presidente de la organización declaró que “como sigan a este paso, nosotros vamos a parecer de extremo centro y el Generalísimo acabará como el osito de Mimosín”

La prensa oficial del Régimen se inscribe en el Colegio Oficial de Mamporreros
Este desembarco se debe a la práctica que han adquirido en todo este tiempo y a que, debido al nivel de criterio crítico que aplicaban a su trabajo, fueron sustituidos por pollos sin cabeza

Una tertuliana de La Razón pide la dimisión de Pedro Sánchez porque no se tiñe las canas
La protagonista de la noticia ha descubierto recientemente la existencia del verbo dimitir, ya que con Mariano Rajoy no era necesario utilizar esa palabra porque “usaba Grecian 2000”

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“Semos o no semos” por Fernando Ortega Barriuso


El verano es lo que tiene. Hay más tiempo, y ganas, para pasear, encontrarte con amigos, leer y releer (de ahí el título de este texto, de ‘Los Burgos perdidos’, de Virgilio Mazuela), viajar… En uno de ellos recalé en Madrid, y, entre otras cosas, visité el museo Reina Sofía y, una vez más, visualicé y reflexioné sobre dos obras que están en ese recinto. Una exterior, la escultura de Alberto Sánchez con un título curioso: “El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella”, otra interior, el “Guernica”, de Picasso, las dos destinadas, y exhibidas en el Pabellón de la República de la Exposición Universal en París de 1937. Las dos con mensajes paralelos y contradictorios: la ilusión, la esperanza de una liberación de las ataduras del capitalismo, de un futuro prometedor y otra, la cruel realidad: bombardeo, masacre, represión… ante esas aspiraciones. Una moneda con dos caras, esperanza y oscuridad; vida y muerte. O como dijo el clásico, civilización o barbarie…
También pude disfrutar de una exposición de El Roto, con su serie de título significativo, “Contra muros y banderas” en la que con sus dibujos hay mensajes cáusticos como “Cuando crecen las banderas, mengua el entendimiento” o “Qué obsesión con ser de un solo sitio pudiendo ser de tantos”. Civilización o barbarie.

Y más y más. Pero la vida continúa y empieza el otoño con un bagaje de problemas y de temas; muchos de ellos antiguos, eternos: laicidad, falta absoluta de participación popular, chulería, injusticias múltiples, chapuzas,  ineficacia… Bajando el foco y ciñéndonos a nuestra ciudad, la situación del Ayuntamiento es manifiestamente mejorable. En algunas áreas –por ejemplo Cultura- ni está ni se le espera, o en la llamada Participación ciudadana: son incapaces, o tan prepotentes, de no conceder esas migajas de participación en los presupuestos, en las decisiones… Además de injustos no son elegantes. Ahora quieren gastar un millón de euros en ampliar las zonas verdes ante esa polémica entre el Ayuntamiento (“la ciudad española con más zonas verdes por habitante”) y la Junta, de las que menos zonas… Bienvenido sea tanto verdor, pero ahí tienen el solar de Artillería para hacer un parque bello, imprescindible en ese espacio, donde sí que sería lógico invertir y dedicar sensibilidad y dinero… Una zona saturada de edificaciones que necesita como el comer ese pulmón verde. Muchos especialistas, Jaime Lerner entre ellos (“Acupuntura urbana”) exigen “menos arquitectura y más ciudad”.
Y suma y sigue. El tema estrella, y de moda, de los mandamases: el octavo centenario de la catedral, que va acumulando una suma de millones conseguidos para su conmemoración (¿alguien los controla?) para enfatizar ese monumento espléndido, pero al que me temo se le dará una lectura grandilocuente, y desde lo religioso, de los especialistas, enfatizando los escultores, arquitectos, obispos, mecenas… y olvidando -¡seguro!- de dónde procede esa riqueza, quién trabajó, quién donó el dinero para rehacer el crucero, etc., lo que hace recordar la poesía de Miguel Hernández: “de quién son esos olivos…” o la de Bertolt Brecht (“Preguntas de un obrero”): “¿Quién construyo Tebas, la de las siete puertas?”… Por no hablar de las inmatriculaciones, la inscripción de José Antonio en los muros de la catedral, el abandono de la seo durante siglos o la desfachatez y contubernio (palabra franquista) que tuvo la Iglesia con el poder franquista.

Claro, con todo eso, ¿cómo confiar en las instituciones? ¿Para qué colaborar con organismos que hacen lo que quieren, lo que solo les interesa a ellos? Si hasta ellos mismos desconfían de las mismas y por ello trabajan en otras líneas de actuación, como los lobbies, los medios de comunicación, las presiones o montajes varios para conseguir el poder real. Bueno, quizá no nos quede otra (hasta los anarquistas llegaron a participar en un Gobierno de la República) que combinar –como ellos hacen- un trabajo en las instituciones teniendo claro que lo importante y básico es el trabajo de calle, el extender la red de contestación, el articular un aparato antisistema potente, o mejor que un anti un a favor de un mundo ecológico, justo, laico, con derechos civiles iguales para todos…
Quizá la suma de todos esos elementos pueda tener la fuerza de “cerrar la muralla”.

Burgos tiene, casi sin querer, una plataforma idónea para avanzar en ese camino: el Museo de la Evolución Humana. Evolución, ¿hacia dónde tiene que ir?, ¿cuál ha sido nuestro pasado y hacia dónde debe de ir el futuro? ¿Cómo debe de ser una sociedad humana? Teniendo siempre presente a África, Siria, Honduras, las kellys, los desahuciados de la vivienda, los pensionistas bajo mínimos, etc., etc. Tomemos el pretexto del MEH como una plataforma para analizar, discutir, definir… y constataremos las diferencias económicas, culturales, sociales en las que nos encontramos aún en 2018.
PD-Caso Ulibarri, aviso a navegantes: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…”.

________________________ POESIA
VENID
por Rufino Hernández

Compañeras, compañeros
venid,
venid,
con vuestros gritos callados,
con las heridas abiertas,
con vuestros mil arañazos,
cn vuestros pechos desnudos
con vuestros pies descalzos,
Venid.
Pondremos en común nuestra sed,
nuestros hombros y regazos,
la sardina, el pan, el vino
las manos.
Pondremos
nuevos nombres a los montes,
a las sierras, a los valles, a los barrancos,
subiremos a los picos
hablaremos con los hados,
con las aves, con los vientos,
surcaremos los espacios,
Se fundirán las cadenas,
desaparecerán
los caciques y los amos,
las guerras, las finanzas,
los fusiles y los bancos,
nacerá aquel hombre nuevo
del que habla Marx y Saulo.
De nuevo brillará el sol
para peces,
para aves,
para humanos


LA MEMORIA HISTÓRICA NO ES ESPECTÁCULO  por Andrés Sorel.
- con citas de algunos escritores-

Hoy día se tiende, sobre todo por los nuevos medios de comu­nicación, a reducir todo, sea política o cultura, a espectáculo. Y así no se profundiza en el grave problema de la memoria histórica. Porque ésta nos mostraría, no solo los horrores co­metidos en un país, sino en una constante que arrastra desde los tiempos antiguos. Guerras, torturas, campos de concen­tración, persecución de disidentes, cárceles y largas condenas -cuando no asesinatos sin ley- para los enemigos del poder, silencio o persecución para los críticos, disidentes, largas con­denas para quienes no comulgan y combaten las leyes injustas y los gobiernos dictatoriales.
En el siglo XX se culminaron, con la insurrección franquista, los horrores nazis que culminaron en los hornos crematorios, y posteriormente, ya en el siglo XXI los constantes muertos, en los mares o las arenas del desierto, los inmigrantes que huyen de ciudades arrasadas, de hambres y faltas de condicio­nes sanitarias, sin viviendas, de los territorios asolados por los imperios y dictadorzuelos a su servicio.

Y sobre estos hechos se impone el silencio, el no querer hablar de sus causas, se prefiere vivir alienados con los espectáculos masivos que se buscan para alienar a los ciudadanos, mientras menos piensen y analicen la realidad del mundo, mejor. Sea fútbol o deporte, conciertos de saltarines y luces fantasmagó­ricas y propagandas que atraen a miles de personas, mítines en que unos y otros se aplauden a sí mismo para no discutir ni cuestionar palabras ayunas de contenido, manifestaciones tumultuarias tras banderas, himnos, cantos y discursos de­magógicos y falaces, nacionalistas de uno y otro sentido, que avergüenzan a quién tenga un poco de raciocinio.
Y la memoria histórica también quiere reducirse a gestos, des­enterrar unos huesos, cambiar algunas estatuas o nombres de calles -que son necesarios pero no trascienden el sentido de los sufrimientos pasados- pues no analizan en profundidad, juzgan y condenan aunque sea en tribunales no reconocidos los hechos salvajes y continuos que se sucedieron durante lar­gos años.
La ética ya no existe, salvo para unas minorías, y la educación y la enseñanza, que es donde debiera figurar su estudio y con­dena no es capaz de analizar desde las primeras letras hasta los estudios universitarios, esta barbarie que asola la humanidad y destruye civilizaciones.
Damos unas cuantas frases de pensadores rebeldes, que son conscientes de la “banalidad del mal” o del silencio -que no deja de ser colaboración con el mal- de quienes deberían ser referentes culturales para quienes también hacen de las letras diversiones y espectáculos y prefieren no entrar en cuestiones que les llevaría a la protesta para intentar detener de una vez estos hechos y prefieren vivir en la cultura del mercado para ver los beneficios que pueden obtener de él.

Adorno
Mientras no se pueda determinar cuanto se sabía realmente en los tiempos en que se cometían los actos de terror, nadie puede aducir que no sabía lo que sucedió... En primer lugar están los que se limitan a negar lo ocurrido o lo tienen por exagerado... El tirano puede así distanciarse de sus atrocidades, no come­tidas por él mismo, que no precisa siquiera controlar, sino que encarga a sus esbirros, mientras que éstos se sienten solo como órgano de ejecución de la orden y temen por su propia vida si no obedecen: de manera que todos los implicados sa­len del asunto con buena conciencia

Günter Grass. (se puede aplicar a la España actual)
El genocidio que Alemania planeó, ejecutó, toleró, negó y ocultó, y que, no obstante, estuvo y está a la vista de todo el mundo, sigue sin ser digerido, indigerible, como una rueda de molino colgada al cuello de los alemanes, incluyendo a los nacidos después de todo aquello.
Antes de ser asesinado, Luther King expresó que no quería hablar de los culpables que participaban en los crímenes y xenofobias imperantes en EEUU, sino de los intelectuales y profesionales que habían optado por callar y no criticarlos.
El franquismo duró 40 años. La transición todavía sigue. Mientras vivió Franco, salvo las minorías que lo combatie­ron en montes o después pacíficamente en ciudades, fueron la mayor parte de los ciudadanos quienes callaron ante los crímenes que cometía y la censura rígida que envolvía al país. Y ahí podríamos encontrar a académicos de la lengua, catedráticos, escritores, periodistas, funcionarios de toda ín­dole, jueces y hasta trabajadores. Y cuando murió, y hasta nuestros días, salvo las asociaciones que esforzada, casi he­roicamente, intentan denunciar ese terrible periodo histórico, no han surgido quienes exigieran un juicio histórico sobre quienes colaboraron con el franquismo o callaron. Este silen­cio, este mirar solo a la cultura mercado y a la política opor­tunismo ha sido uno de los lucros que arrastramos. No se ha exigido un análisis profundo y sin ningún tipo de censuras, que se expusiera en todos los medios de comunicación y se volcara en los textos de enseñanza y fallara, aunque no se ejecutara condena sobre los culpables, a quienes sostuvieron el franquismo, que no era el problema de un hombre, sino de cientos de seres humanos que activa o pasivamente le man­tuvieran, y se aprovecharan, en el poder.
Damos para concluir esta breve aproximación a un tema san­grante otras breves citas de quienes son partidarios de estas denuncias públicas.

Jean Baudrillard.
La cobardía intelectual se ha convertido en la auténtica disciplina olímpica de nuestro tiempo.
Eduardo Galeano.
La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia

YO MATÉ A MI HIJA por LA MORADA

Soy machista. Fui criado así. Crecí, me casé y tuve una hija. Siempre sometí a mi mujer, algo que me parecía completa­mente natural. Al fin y al cabo, el machismo es tan estructural que se naturaliza. Usaba adjetivos como incompetente, idio­ta, estúpida, para criticar muchas de sus palabras y posturas, y así disminuirla, empequeñecerla. Nunca le agredí físicamen­te, pero ejercía violencia psicológica.
Mi hija fue criada en ese ambiente.
Me reía de los chistes que humillan o descalifican a las muje­res, y los reproducía. Cuando alguna se ofendía y protestaba le preguntaba si no tenía sentido del humor, era sólo un chis­te, una broma. Aparte de eso, siempre fui muy moralista, es­pecialmente cuando veía mujeres con ropas muy cortas. Mu­chas veces dije que estaban pidiendo ser violadas. Recuerdo que una vez me contaron sobre un caso de violación de una chica “muy moderna” del barrio donde vivo, y cuestioné si se trataba realmente de una violación. Al fin y al cabo, ella abusaba, lo pedía ¿no?
Mi hija escuchaba todo eso.
Defendía que hombres y mujeres son muy diferentes y por eso sus derechos no podían ser iguales. Reproducía las fa­lacias de que el hombre es más racional y la mujer más sen­timental, que tener muchas mujeres en un mismo lugar de trabajo no da resultado, que la mujer habla demasiado, que le gustan los chismes, que los hombres son más competentes para dirigirr negocios, que hay mujeres a las que les gusta que les peguen, que los niños mal educados lo son por culpa de la madre, etc.
Mi hija aprendió todo eso.
Una vez, un vecino agredió físicamente a su mujer. Mi esposa y mi hija hablaron de llamar a la policía, pero lo impedí. Dije que “en pelea de marido y mujer no se mete cuchara”. ¿Quién sabe lo que ella hizo para hacerle perder a él la cabeza?
Mi hija incorporó esa idea.
Deshumanizaba la figura femenina. A las mujeres más in­dependientes y despegadas de esas reglas morales que yo defendía, las llamaba vacas, yeguas, cerdas. Decía que el feminismo era cosa de mujeres “mal atendidas”, feas, des­equilibradas, desubicadas. Me ofendía cuando alguien me llamaba machista, y yo les decía, “ni machismo ni feminis­mo, nada de ismos”.
Mi hija llegó a reproducir algunas de mis expresiones.
Recuerdo cuando ella me lo presentó. Estaban empezando a salir. Una vez la oí conversando con una amiga y le contaba que a veces era un poco grosero, pero los hombres son así, ¿verdad? Yo era su referencia.
En otra ocasión hablaba con una prima sobre cómo lo encon­tró con otra, pero él se disculpó y dijo que era sólo un desliz, que la amaba. Recordó que unos años antes, su madre había descubierto algunas aventuras mías, y que eso era, al fin y al cabo, cosa de hombres.
Él me caía bien. Era un muchacho simpático y trabajador. Reía mucho de los chistes sobre mujeres que le contaba, y hasta apor­tó algunos nuevos que ampliaron mi repertorio.
Se casaron. Con mi bendición. Una vez ella se quejó con la ma­dre de que él era muy celoso y posesivo, que la agobiaba. Me metí en la conversación y dije que él era el hombre de la casa y que ella tenía que respetarlo, y que los celos eran señal de amor. Ella estuvo de acuerdo. Noté que algunas veces hablaba con ella de manera agresiva. Lo llamé para tener una charla. Me pidió disculpas y dijo que procuraría controlarse “pero que la mujer habla demasiado y sabes cómo es eso, a veces hace que uno se ponga nervioso”. Terminé estando de acuerdo con él.
Hace poco ella llegó a casa con un hematoma en un ojo, el rostro hinchado y marcas en los brazos. Le pregunté sobre eso y con­testó que se había caído por las escaleras, pero que estaba bien, que no hacía falta que me preocupara. Le pregunté si todo iba bien con su marido y me dijo que sí, que él la amaba.
Ayer recibí una llamada de la policía. Supe que mi hija estaba muerta. Su compañero la había tirado del balcón desde un dé­cimo piso. O la había apuñalado, o disparado, o estrangulado, o golpeado hasta la muerte durante una pelea conyugal.
Los vecinos oyeron sus gritos pidiendo socorro, pero nadie in­tervino ni llamó a la policía. Al fin y al cabo, en pelea de marido y mujer no se mete cuchara.
Yo caí, o fui apuñalado, o disparado o estrangulado junto con mi hija. Ahora muero en este suelo frío, La caída, o el tiro, o el estrangulamiento, o los golpes, o la puñalada que destrozó mi alma, agudizó mis sentidos. Puedo ver, oír. Veo ahora con una claridad y lucidez que me lastiman: el machismo, que siempre naturalicé y reproduje, oprime, hiere, mata. Oigo el grito de los feminismos. Es un grito de dolor. Es un grito ancestral. Es un grito por igualdad de derechos y oportunidades. Es un grito por respeto. Es un grito por la vida. Es el grito de mi hija. Es el grito de tu hija.
Es tarde para mí. Es tarde para ella. Maté a mi hija. En cada acto machista maté a mi hija. Maté también otras hijas, hermanas, madres. Defender y reproducir el machismo es mancharse las manos con sangre. Tú puedes aún salvar a tu hija, hermana, ma­dre y tantas otras mujeres. Actúa antes de que sea tarde.
Sin terminar el mes de Septiembre, no tienen voz ni vida setenta y siete mujeres y criaturas. Setenta y siete asesinatos. Víctimas de la violencia machista.

SE PUEDE O NO SE PUEDE. por BISCUTER
¿Cuánto tiene que agravarse la crisis humanitaria que está sufriendo Yemen, cuántos muertos, cuántos hospitales, escuelas o autobuses tienen que ser destruidos para que el gobierno de Sánchez deje de mirar a otro lado y cumpla la ley que impide exportar armas a países en conflicto? ¿ Es en verdad tan revolucionario para el orden social existente o tan costoso para la economía española, que ha rescatado a la banca desembolsando 64.000 millones de euros o ha despilfarrado en los últimos veinte años cerca 45.000 millones de euros en infraestructuras inútiles, que se dejen de percibir 9 millones de euros por la venta de 400 bombas asesinas? ¿Es tan imposible poner en marcha un programa de  reconversión de la industria militar, como se ha hecho en otros muchos sectores de la industria española, que evite el  chantaje moral hecho a los trabajadores de esa industria, al tener que elegir entre su sustento o la vida de otros seres humanos?  El premio nobel de economía Wassily Leontief ya demostró en el año 1961, que la reducción del gasto militar produce un recorte en los puestos de trabajo del sector, pero crea el doble en otros sectores. ¿Es acaso suicida colocar las certezas morales por encima de los principios del capitalismo, como dice Juanjo Millás? ¿No es precisamente la impotencia que muestra la política frente al dinero, lo que está en el origen de la crisis de las democracias realmente existentes? Jorge Alemán dice que la penetración de la ideología del capital en las sociedades y en las mentes ha llegado hasta un punto, que es la misma realidad social, no solo la política o la economía, la que se está convirtiendo al neoliberalismo. La lógica del negocio se aplica a todas las relaciones sociales, sin dejar a salvo literalmente ninguna dimensión de la existencia humana, como ocurre en el caso, por ejemplo, de la venta de órganos o de la maternidad subrogada.
¿Se puede o no se puede cambiar lo que nos rodea? ¿Se pueden subir los impuestos a las grandes corporaciones y a las rentas más altas, cuando tenemos una presión fiscal inferior en ocho puntos a la de la zona euro, o hay que doblegarse a las amenazas vertidas por la gran banca y las élites económicas del país? ¿Éstas ignoran que entre los 50 mayores morosos, 39 son constructoras o inmobiliarias? ¿No saben que la crisis por ellos causada ha creado mucha mayor desigualdad (el 10% posee el 60% de la riqueza nacional) y que esta desigualdad no solo es éticamente inaceptable, sino que es ineficaz para el desarrollo económico del país? Y si lo saben y les da igual, ¿qué esperan? Recuerden aquello que dijo José Martí, de que la verdad una vez despierta no vuelve a dormirse, o a Brecht
“…quien todavía esté vivo no diga jamás, lo que es seguro no es seguro. Todo no será siempre igual. Cuando hayan hablado los opresores, hablarán los oprimidos”.
El poder  no aspira ya a convencernos de sus bondades, sabe que la mayoría, en muchos lugares del mundo, no se cree el sistema. Pero se empeña en adoctrinarnos, y con bastante éxito, en la idea de que no se puede hacer nada, que no hay alternativa posible. La sociedad del espectáculo en la que estamos inmersos, nos convierte en pasivos espectadores, atrapados en la videoesfera, distanciados de la vida, incapaces de pensar y de actuar sobre la realidad caníbal. Para poder pensar necesitamos la lucha, la acción y para que ésta sea fructífera es imprescindible el pensamiento. Ya dijo Lenin que la filosofía forma parte de la lucha de clases y, antes que él, el joven Marx, que la filosofía debía pasar de interpretar el mundo a transformarlo. Pasar de la desesperanza a la esperanza, del no se puede al sí se puede. La esperanza es la pasión de lo posible, dice Paul Ricoeur. La esperanza es un principio de tenacidad, de obstinación, remarca Alain Badiou. Hay esperanza mientras la historia no ha llegado a su conclusión. Si el pasado es distinto del presente, también puede serlo el futuro, dice Terry Eagleton. Y añade “…aunque no habrá utopía en el sentido de un mundo purgado de conflictos e insatisfacciones, si es completamente realista creer que nuestra condición podría mejorar de forma considerable. No es que todo estará bien, sino que podría estar razonablemente bien. No hace falta pertenecer a una raza de arcángeles, para no cometer genocidios o poner fin a la trata de personas…”.

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EN CLAVE DE PROVISIONALIDAD por Rufino Hernández

En el parlamento nacional, así como en el Ayuntamiento de Burgos, los problemas de los ciudadanos están en segundo lugar. El primer objetivo de todos los partidos es colocarse con ventaja ante las próximas elecciones.

Nada nuevo bajo el sol. Terminamos la etapa anterior con un gobierno de rápidos  movimientos propagandísticos; en ellos se intuía la intención de colocarse en lugar preferente en la parrilla de salida ante cercanas elecciones. Regresamos de nuevo al trabajo, y encontramos al mismo gobierno, en el mismo sitio y con la misma política inestable: impide la venta de armas a Arabia, y al rato se desdice de lo anteriormente dicho.
Nos encontramos con un PP que, al haber cambiado de timonel, parece ser que todo el mundo se ha olvidado de sus barrizales, de sus corrupciones, hoy lo más importante es descubrir los chiringuitos que este partido tenía montado en la Universidad Juan Carlos I.
Podría decirse que lo único que ha cambiado es el partido Cs del señor Rivera. Cada día que pasa, este partido muestra con mayor nitidez su verdadera cara, deja de ser la alternativa al corrupto PP, para ser el refugio de tibios personajes con cara de porcelana y cristal, la punta de lanza de la derecha más rancia y conservadora, y del neoliberalismo más puro.
Mientras tanto, seguimos con la misma ley mordaza; con la misma tasa de paro; con la misma burbuja de alquiler y vivienda; con el mismo pinchazo en el buque insignia llamado turismo; con la misma Iglesia defendiendo sus inmatriculaciones; con las mismas sentencias contra la libertad de expresión… y, todo ello, aparcado en clave de provisionalidad.
Esta misma sensación de provisionalidad se respira en el Ayuntamiento de Burgos que, debido al cómplice funcionamiento del grupo mayoritario de la oposición (PSOE), al señor Lacalle le ha sido fácil nadar en esta incertidumbre, en ella lleva bañándose toda la legislatura. El pleno del pasado día catorce fue un buen ejemplo, hasta el Cristo de los Huevos parecía aburrirse.
En el salón de plenos solamente rompió la monotonía el perínclito señor Fernández Santos que, después de tener un rifi-rafe con el concejal Antón (PP), siguió con sus gritos al defender la Milanera como lugar provisional donde instalar las barracas durante los próximos Sanpedros. Este señor acentuaba la palabra provisional en su acalorado discurso, en el que también pedía una partida económica para acondicionar los terrenos, para canalizar las aguas e instalaciones eléctricas y demás servicios. Todo este desembolso económico dedicado a una instalación provisional, porque  para la definitiva, que sería un recinto ferial, don Antonio ya tiene previsto otro lugar.
De la Rosa escuchaba a su portavoz con resignación, daba la sensación de que está cansado de ser el monaguillo del señor Fernández Santos y que le gustaría liberarse de él para alcanzar la mayoría de edad.
La proposición de Imagina la presentó Eva de Ara, en ella se instaba al Ayuntamiento a dedicar un siete por ciento del presupuesto dedicado a obras, a que sea ejecutado por empresas de reinserción y economía social.
Esta proposición le gustó mucho al señor Fernández Santos, la calificó de importante y oportuna, así se manifestó, pero algo le corría por sus adentros, no podía permitir que Imagina se apuntara el tanto, por ello, elevó su voz, y, a grito vivo comunicó a la sala que en sus tiempos mozos, él había hecho una proposición similar. Al final votó a favor de la proposición, siendo ésta aprobada.
Llegó el turno del señor Marañón (Cs) que, sin ligazón ni conocimiento del tema, presentó una proposición sobre la creación en Burgos de la escuela de cantos corales de Castilla y León.
El debate  proporcionó otra ocasión al seños A. F. Santos para exponer, una vez más, su cualidad de faltón, su habilidad para humillar irrespetuosamente a cualquier oponente que tenga delante, aunque el señor Marañón tampoco se achicó. Con las aportaciones de los diferentes grupos, consiguieron organizar y dar la vuelta a esta proposición del Cs, quedando ésta aprobada.
El pleno trascurría normalmente. Era el punto de las preguntas y respuestas y la concejala Guinea, no adscrita o tránsfuga, quería intervenir, pero el Alcalde lo impidió.
Es una norma del Ayuntamiento que impide a los concejales no adscritos,   intervenir en los plenos en el apartado de ruegos y preguntas; esto la señora Guinea lo sabía, sin embargo ella, erre que erre, quiso intervenir; también hay que decir  que el Alcalde interpreta esta norma cómo y cuándo le da la gana.
Da la impresión de que la señora Guinea tenía esta actitud ensayada, y que  lo único que pretendía era ganar tiempo de micrófono y protagonismo. Después de terminar el pleno supimos, por boca de esta misma concejala, que la pregunta que intentaba hacer, estaba dirigida directamente al Alcalde, interesándose por las posibles anomalías en la consecución de un título universitario por el señor Lacalle.
En Burgos también se abre la guerra epidérmica de los máster. Radio Arlanzón ya lleva bastante tiempo con este asunto, pero hasta ahora no había encontrado a nadie que se hiciera eco de ello.
Así terminó este pleno que da comienzo a una nueva etapa, donde todos quieren colocarse con alguna ventaja en la línea de salida electoral.
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ENTREVISTA:
  A través de esta entrevista los reporteros de El Perdigón hemos asistido a una de las experiencias más surrealistas que puedan existir. ¿Cómo es posible que después de 40 años una persona muerta, enterrada, con una lápida encima de 5.000 Kg salga de la tumba en las noches de luna llena y pida ser entrevistado por nuestra revista? ¡Vivir para ver! Son las 24 horas del 25 de septiembre, acompañados por D. Santiago Cantera, Abad Mitrado de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Después de atravesar un túnel nos encontramos con una puerta de hierro forjado, la voz ronca del Abad, -quietos esperen aquí-. El Abad recita una jaculatoria y la puerta se abre. Una intensa luz ilumina una estancia, al fondo una especie de trono y allí sentado, como en sus mejores tiempos, está Él. D. Francisco Franco Bahamonde.
Abad.- Excelencia Serenísima. Aquí  les traigo a los reporteros de El Perdigón. Si no manda nada más,  con su permiso voy a preparar unas lubinas de pincho que acaba de traernos el Sr. Rajoy.  ¿Quiere que le preparen a usted otra?
Paquiño.- No, gracias. Puede retirarse. Perdón, se me olvidaba decirle, que a las 2 tengo que volver al séptimo cielo, no se olvide de traerme las quejas de los fieles.
Paquiño.- Bien, bien. Así que vosotros sois de la revista El Perdigón. Encantado de conoceros. No sé si sabéis que es la revista más leída en los siete cielos.

Perd.- Pe, pe, pe, pero es usted Franco, el de verdad, el fascista.
Paquiño.- Pues claro, coño. Podéis tocarme, para creer.

Perd.- Lo le toques, Marcos, que te contamina.
Paquiño.- No tengáis miedo, hombre. Que ahora soy todo espíritu, sin nacional.

Perd.- Pe, pe, pe, pero para que nos ha mandado llamar.
Paquiño.- Para que hagáis saber al pueblo español que estoy hasta los cojones espirituales de esos cabrones de socialistas. No quiero que me muevan de aquí, que no me toquen. Este sepulcro y lo que hay dentro es propiedad privada y la propiedad privada es sagrada. Que se lleven los huesos y la camisa de José Antonio si quieren, pero la tumba mía si la tocan la lío otra vez.

Perd.- Pues los socialistas y los de Podemos y muchos españoles están, erre que erre, con que hay que sacarle de la Basílica. Ya sabe usted que la ley de la Memoria Histórica obliga a retirar toda la simbología fascista. 
Paquiño.- ¡Me cágüen la leche que les dieron! Y todos los fascistas que yo dejé al cuidado ¿qué hacen?

Perd.- Están a la espera.
Paquiño.- ¿A la espera, de qué?

Perd.- Pues a eso. A ver si los socialistas y comunistas cumplen lo prometido. Ya sabe usted, D. Paquiño, que del dicho al hecho hay un gran trecho.
Paquiño.- Qué si lo sé, majos. A mí, los míos, me prometieron y juraron fidelidad y sumisión en vida como después en la otra vida. Y mira por dónde salen. ¿Dónde están aquellos que juraron los principios del Movimiento, el Borbón, el Aznarín, el Blas Piñar con todo su ejército, Rouco Varela y sus beatas? ¿Dónde están estos a los que tanto amor y privilegios les di?

Perd.- Pues la verdad, D. Paquiño, se están dando la vida padre, sobre todo el Borbón padre,   donde pone el ojo pone la chirolita. No para. Hasta con la pata quebrada sigue dándole al manubrio.
Paquiño.- Eso le viene de familia. Tenía yo que haber hecho caso a Carrero Blanco cuando me aconsejaba: -ten ojo con los Borbones que se dejan llevar por las bajas pasiones, mejor fichar a uno del pueblo honesto y buen español como Aparicio o Daniel de Cullá… En fin, eso ya no tiene remedio. ¿Y el hijo de Juanito, Felipín, cómo lo lleva? ¿No me digáis que ha salido al padre?

Perd.- De momento, no parece. Desde que se casó con la asturiana, la cosa está tranquila.
Paquiño.- ¡No me jodáis que se ha casado con una de Asturias, lo mismo que yo!  Si es que cuando Galicia y Asturias  se unen, España se viene arriba.

Perd.- Se viene arriba la España de ustedes, que la otra lo pasa jodido. Volviendo al tema del traslado, ¿a usted donde le gustaría que le trasladaran?, igual con su esposa Doña Carmen estaría bien…
Paquiño.- Eso sí que no. Prefiero que me quemen, que me chamusquen y que las cenizas las tiren a uno de mis pantanos. España no sabe lo que tuve que aguantar con Doña Carmen. Yo que siempre fui un buen pagador y ver a todos joyeros de Madrid manifestarse en el Pardo al grito: “que pague los collares”, “que pague los anillos”. Entre ella y Villaverde acabaron conmigo.

Perd.- Le entendemos D. Paquiño. Pero hoy, su familia no es un dechado de virtudes, menuda juergas se corren. No vea usted a su nieta Carmencita, en asuntos de amoríos casi supera al Borbón padre.
Paquiño.- Lo que ha cambiado, de pequeña iba para monja. Todas las noches Doña Carmen y yo rezábamos para que Dios la guiara por el camino del monacato y mira dónde ha acabado, de monacato en monacato.

Perd.- Ya sabe, D. Paquiño, que lo tiempos cambian. ¿Quién le iba a decir a usted que hoy la  España que usted labró, iba a estar gobernada por socialistas y comunistas?
Paquiño.- La culpa no es de socialistas y comunistas, es de los majaderos que yo dejé al cuidado de los valores patrios. Se han vendido por treinta monedas al capitalismo y a la masonería, olvidando aquello que nosotros gritábamos en la contienda y que hoy sigue siendo válido: “Por Dios, por la Patria y el Rey, que mueran los rojos también”.

Perd.- Joder, D. Paquiño. Ya estamos con la burra a cuestas. ¿Para qué matarles si hoy son más moderados que el Rivera y la Arrimadas?
Paquiño.- ¿Y quiénes son esos?

Perd.- Es un nuevo partido de derechas, derechas, al estilo la CEDA. Con toques de Blas Piñar y de José Antonio y también con algo de Aznarín El Grande y del Cid Campeador.
Paquiño.- O sea, una mierda de partido.

Perd.- No tan mierda, D. Franquito. Que la derecha con olor fascista que usted nos dejó está temblando, ya que muchos votantes al ver que el olor se iba diluyendo, se han ido con el nuevo olor fascistoide del siglo XXI, que está marcando ese nuevo partido que se llama Ciudadanos.
Paquiño.- Carallo, ¡cómo está España!  Que salga un partido a la derecha de la derecha que yo dejé, es desvirtuar el fascismo verdadero, esto es de preocupar… Pero,  qué fascismo del siglo XXI ni qué cojones, el fascismo es uno y trino: Franco, Hitler y Mussolini. Los demás son advenedizos con ganas de aparentar lo que no son.

Perd.- No se enfade Excelentísimo, que a usted la Arrimadas y el Rivera le quieren mucho. Están peleando para que dado el caso de que usted salga de la Basílica, se le dé un puesto de consejero delegado en Telefónica o en Endesa. Lo mismo que se ha hecho con todos los grandes de España.
Paquiño.- ¡A MÍ LA LEGIÓN! Como la madre que me parió que yo me reencarno, pero no de consejero delegado ni qué leches. Me reencarno de Caudillo y emprendo otra cruzada y esta vez no queda ni uno. Ni rojos, ni derechas, ni masones, ni lameculos, ni reyes, ni blandengues, ni arrimadas. Sólo quedarán militares y algún capitalista que nos subvencione. Los demás todos al carajo, por no decir al paredón.

Perd.- D. Paquiño, tranquilo. Se ha quedado usted un poco anticuado, cómo se ve que usted no tiene un máster.
Paquiño.- ¿Qué es eso del máster?

Perd.- Mire usted, D. Paquiño. Hoy para ser muy de derechas con olor a fascista no hay que andar con pistolas ni con cañones. Uno se va a la Universidad Rey Juan Carlos, paga la cuota correspondiente y te dan un master que te avala para llegar a presidente del Gobierno… o más.
Paquiño.- Joder, qué adelantos. ¿Y esos se lo dan también a los rojos?

Perd.- De momento, parece que no. Pero igual alguno se ha colado, vete tú a saber.
Paquiño.- ¿Y sólo con ir y decir soy Francisco Franco, ya me vale?

Perd.- Con eso y con el olor tan marcado que usted sigue teniendo, seguro que no tendrá problema.
Paquiño.- Coño, coño. Me lo voy a pensar.

Perd.- Cambiando de tema, D. Paquiño. Dice usted que está en el séptimo cielo. Es de suponer que hay por lo menos siete. Según nos enseñaron creíamos que solo había uno… ¿Cómo es eso? ¿Nos lo puede explicar?
Paquiño.- En el séptimo cielo estamos los fascistas que ganamos una guerra y morimos tranquilos en la camita como es mi caso. Estamos acompañados de todos los que nos acompañaron en el triunfo, como José Antonio, Ramiro Ledesma, Pilar Primo de Rivera, generales como Yagüe, Moscardó, Millán Astray y obispos y cardenales que fueron adictos a nuestro ideario y por último está el pueblo llano que cantaba el cara al sol y sacaba la bandera al balcón. Todos juntos formamos la gran familia del séptimo cielo.

Perd.- Y los fascistas que perdieron la guerra como Mussolini, Hitler y demás ¿dónde están?
Paquiño.- Esos están en octavo cielo, el peor de todos. No tienen privilegios, ni pase pernocta como nosotros y están sometidos a nuestro cielo, tenemos mando sobre ellos por haber perdido.

Perd.- Y ese será el último cielo.
Paquiño.- ¡Qué va!  El último es el de los lameculos. Son todos esos que dicen: Yo no es que esté en contra de los emigrantes, pero primero los españoles,  o los que dicen: yo no es que sea de derechas, pero los de izquierda son gelipollas, es que no saben gobernar, o los que dicen: yo no es que quiera la guerra para nadie, pero si hay que vender armas para que no se destruya empleo, pues bien está, o yo no es que tenga nada contra los ecologistas, pero no hay que alarmar porque un río se ensucie o un poco de petróleo caiga al mar o porque los pescadores usen redes, que todos tenemos que comer, que yo lo entiendo todo. Que yo no voy en contra de los antitaurinos, pero coño, que la fiesta nacional es la fiesta nacional, que es tradición y cultura, que el toro ha nacido para eso. Así podríamos seguir. A  estos los santos del primer cielo, los que más mandan no les pueden ver. Son los que antes iban al limbo de los tontos. Pero como el limbo se llenó, hicieron un cielo que es más grande que los otros ocho juntos. Y vayan acabando, que sólo me quedan 5 minutos para volver y si llego tarde la sanción es lavar a mano y planchar la ropa de San Pedro y de los querubines.

Perd.- Sólo una cosa. ¿Es usted feliz dónde está?
Paquiño.- Era más feliz en la tierra. Daros cuenta que por encima de mí solo estaba Doña Carmen. Aquí tengo que estar toda la eternidad oyendo los gritos de aquellos que fueron fusilados: FRANCO AL PAREDON, POR ASESINO, POR FASCISTA Y POR CABRÓN. Y así día y noche.

Perd.- Bueno, Excelencia. ¿Quiere algo para Burgos, la ciudad que usted tanto amó?
Paquiño.- Ay, como quería yo a esa ciudad. Qué gente más buena y servicial. Cuánto me querían. En prueba de agradecimiento decid a Radio Arlanzón que si me dan permiso, la próxima luna llena estaré con ellos, para que el pueblo de Burgos oiga mi voz y juntos podamos cantar: CARA AL SOL CON LA CAMISA NUEVA, QUE TU BORDASTE…

Esta entrevista se realizó el día de Gracia del Señor, 25 de septiembre, festividad de San Genaro natural de Benevento. Fue obispo de esta ciudad cuando estalló la persecución de Diocleciano. Fue perseguido y encarcelado junto a Sosso y otros seis cristianos. En la sentencia del juez Llarena se les condenó a ser devorados por las fieras, pero estas les lamian y los miraban con cariño sin hacerles nada, pero el pueblo envalentonado por el centurión Rivera obligó al Emperador Diocleciano a que fueran decapitados. Santos Barones que a la República del más allá. AMÉN.
  

Suarez Quiñones, ese consejero del que usted me habla. Por Ecologistas en Acción

Para quien no tenga muy claro quien es este señor, hoy queremos hacer un pequeño perfil de su obra conocida (la desconocida, si existe, esperemos que salga a la luz más pronto que tarde). Antes de ser consejero de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones y Fernández, nacido en León, fue juez. Dejó la judicatura para ser Subdelegado del Gobierno –nombrado por Rajoy– en su provincia de nacimiento y después, aunque brevemente, Delegado del Gobierno en Castilla y León. Desde 2015 es el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

Este verano ha dado el salto a la televisión nacional, y no precisamente para su alegría. Resulta que en el sumario de la operación Enredadera están incluidas unas conversaciones entre él y José Luis Ulibarri, hoy en libertad provisional, pero considerado uno de los cabecillas de la trama y también imputado en el caso Gürtel. Sobra decir que las conversaciones dejan al consejero en un lugar un tanto pantanoso, e igual hoy ya no le hace mucha ilusión que en uno de los periódicos de Ulibarri dijeran que Suarez-Quiñones era “un hombre apuesto y un tanto dandy”. No en vano, se ha sabido que había orden de tratarle bien y ¿qué mejor forma que llamarle guapo?
En su etapa de Delegado del Gobierno en León también tuvo sus críticas, especialmente por la mano dura con la que ejerció la represión de las libertades individuales. El episodio más conocido tiene que ver con la acción de la Guardia Civil en el pueblo minero de Ciñera donde se denunció un uso excesivo de la fuerza e indiscriminado sobre la población de cualquier edad.
Digamos que el ascenso fulgurante de Suarez-Quiñones es más grande en su cabeza que en su currículum (que tampoco está mal). En su cabeza consejero se queda corto, prefiere decir que es LA administración. Y claro, visto así, nadie duda de que puedes encargar carreteras directamente (por supuesto a Ulibarri).
No está en su mejor momento. Probablemente su futuro político, que se auguraba fulgurante, al menos en los medios que le tenían que hacer la pelota, se ha truncado porque sus contactos están perdiendo cotas de poder en el PP y mociones de censura. Y tiene que lidiar, además, con otra trama corrupta que afecta a su consejería aunque no a él directamente, hablamos de la trama eólica actualmente en fase de instrucción y sobre la que ya hemos hablado en estas paginas (*No son molinos, son comisiones).
Pero es que además, a pesar de ser juez y supuestamente estar al tanto de cómo funciona esto de cumplir las leyes, no hace más que perder juicios porque aprueba normas que contravienen los mandatos de la Unión Europea en materia medioambiental. Si nunca le han caído bien ecologistas y conservacionistas ahora debe tener una diana en su despacho con nuestras fotos… Cuentan quienes han tenido el placer de coincidir recientemente con él en alguna reunión que se le pone mala leche solo con vernos y que no hace mucho esfuerzo por disimular. Al fin y al cabo las sentencias en su contra, deben dolerle mucho en el orgullo porque se está atacando su gestión y porque son, entre otros temas, sobre la gestión cinegética del lobo, las ordenes anuales de caza o conservación de algunas especies, y ya sabemos que la casta caza, y eso de regularlo o prohibirlo es meternos en sus privilegios.

 poster central 

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